miércoles, 26 de noviembre de 2008

6. LA GRAN HORA DE ESTER - Ester 4-5, Segunda parte


UN PLAN SERENO, SABIO Y CONFIADO


Como una corriente de agua es el corazón del rey en la mano de Jehová, quien lo conduce a todo lo que quiere. Proverbios 21: 1


Dios puede encargarse de cualquiera ¡De cualquiera! Puede encargarse de su esposo o esposa. Puede encargarse de sus hijos, El puede encargarse de la situación más amedrentadora, porque en la mano del Señor cualquier corazón es como agua. Ester tiene esta confianza. Obsérvela. No muestra una actitud servil ni cobarde: se mantiene firme. Ester se paró frente a la sola del trono y el rey vio a la reina Ester de pie. Ella no está temblando. Aunque está haciendo algo que nunca había hecho antes, está tranquila, confiando en el Señor. No tiene prisa, no es vengativa. ¿Sabe por qué? Porque ha estado esperando en el Señor.


Nosotros nos apresuramos cuando no esperamos en el Señor. Nos precipitamos y hacemos cosas imprudentes. Disparamos sin apuntar. Damos rienda suelta a la lengua, diciendo cosas que lamentaremos después. Pero cuando hemos esperado suficiente en el Señor, él tiene pleno control de nuestro espíritu. ¿No es invisible? Mientras que ha estado ayunando, también ha estado preparando un banquete. Esto significa un enorme control Dios estaba en actividad en espera, llenando los pensamientos de Ester con un plan: Dar un banquete. Invita a Aman. Y esto es lo que debes decir.


A veces, necesitamos sentarnos tranquilos con el Señor, sin ninguna compañía, solos con él, para tener un tiempo de quietud. El aislamiento y el silencio son maravillosos si queremos alimentar nuestra alma. Sin embargo lo que hay que hacer es seguir adelante, con las actividades de siempre, pero más concentrados en el Señor en medio de todo. Hay que mantenerse ocupado con él, pensar sus pensamientos, recordar las palabras que ha memorizado, alimentar el alma con su maná.


Observe lo que Ester no hace: No señala a Amán, no se precipita a decirle al Rey lo que le pasa. No maneja sus emociones ni trata de manipularlo echándose a llorar. Dice calmadamente, sin ningún arrebato ni sollozo: “He planeado un banquete y mi encantaría que tú y Amán asistan”. “Magnífica idea, me encantan los banquetes”, por supuesto, Ester ya lo sabía. El Señor está en control de la situación. Y en el centro de su plan divino Ester se vuelve invencible. Dios está lleno de sorpresas. Pero hace falta tener un espíritu sensible para verlas, para ser impactado por ellas. La senda de la fe ha sido diseñada para que sea una senda de aventura, llena de sorpresas periódicas y placenteras.
En el caso de Ester, su andar con Dios era una aventura emocionante.


Se puso en presencia del rey porque tenía confianza en Dios. Ester planificó un banquete porque confiaba en que Dios iba a hacer algo inesperado. ¿Sigue usted abierto a lo inesperado? ¿Está esperando realmente que el Señor haga su voluntad?


UNA RESPUESTA ARROGANTE Y SINIESTRA


Me encanta Mardoqueo. El está en todo, en el lugar preciso donde debía estar en el plan de Dios. Mardoqueo no se siente amedrentado por Amán. El sabe que su Dios es muy superior a Amán. Por eso, cuando Amán sale del palacio, él no se siente impresionado en absoluto. Con toda la riqueza y todo el poder que Amán tiene, uno pensaría que estaría satisfecho. Pero las personas com él jamás están satisfechas. Una persona como Amán quiere que todo el mundo se incline ante él. Y si alguien no lo hace, esto se convierte en su única preocupación y objetivo.


UN CONSEJO DIRECTO Y OPORTUNO


1. Espere delante del Señor antes de involucrarse, cuando se está preparando para algo que jamás ha experimentado por lo menos tan importante como lo que esperamos, es el trabajo que Dios hace en nosotros mientras esperamos. El actúa enseñándonos paciencia, actúa en nuestras circunstancias, actúa en los demás. Si nos precipitamos, si nos adelantamos, arruinamos sus mejores planes y propósitos para nosotros.


2. Confíe en que el Señor abrirá las puertas y los corazones cuando tenga que tratar con una persona impredecible. Cuando tus caminos le agradan a Jehová, aún a tus enemigos reconciliará contigo. Prov. 16: 7 . Confíe en que el Señor hará eso. Mientras esperamos, ocurren cosas maravillosas con nuestra valentía. En vez de volvernos más temerosos nos volvemos menos temerosos. En vez de desanimarnos, ganamos confianza el Señor se vuelve más importante para nosotros.


3. Confíe que el Señor le dará paciencia cuando esté atravesando una situación insoportable.


4. Pida al Señor que le dé un valor invencible a toda prueba cuando tenga que enfrentarse a un enemigo sin escrúpulos. Creo que eso fue lo que le sucedió a Ester en medio del primer banquete. Ella sintió una osadía y una invencibilidad cada vez mayor.

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