martes, 18 de noviembre de 2008

6. LA GRAN HORA DE ESTER - Ester 4-5, Primer parte



El no puede ser invisible, pero está en actividad en un período de espera, Dios no solo trabaja en nuestros corazones, sino que también lo hace en los corazones de los demás, y todo ese tiempo está dando mayor fortaleza.
Pero los que esperan en Jehová renovarán sus fuerzas, levantarán alas como águilas. Correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Isaías 40: 31

Cuando esperamos suceden cuatro cosas:

1. Ganamos nuevas fuerzas.

2. Logramos una mejor perspectiva, en cuanto a lo que estamos enfrentando.

3. Almacenamos energías extras. Cuando ns enfrentamos con aquello que hemos estado temiendo, lo enfrentaremos con nuevas fuerzas, con energías extras que podremos utilizar.

4. Profundizaremos nuestra determinación de perseverar.

No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia. Porque yo, Jehová, soy tu Dios que te toma fuertemente de tu mano derecha y te dice: NO TEMAS, YO TE AYUDO. Isaías 41: 10-13

Fue esa clase de pensamientos lo que fortaleció a Ester mientras estuvo esperando, orando y ayunando durante tres días.
Por eso orará a ti todo fiel en el tiempo en que puedas ser hallado: Ciertamente en la inundación las caudalosas aguas no llegarán a él. Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia, y con cánticos de liberación me rodearás.
Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar sobre ti fijaré mis ojos. Salmo 32: 6,7, y 8

Cuando usted espera, escucha. Le da serena atención a la presencia de Dios y a su dirección. Mientras se prepara para su gran hora, Ester debe esperar, pensar, orar, permanecer serena, ayunar y escuchar en su alma.

UN PLAN SERENO, SABIO Y CONFIADO

Como una corriente de agua es el corazón del rey en la mano de Jehová, quien lo conduce a todo lo que quiere. Proverbios 21: 1.
Dios puede encargarse de cualquiera ¡De cualquiera! Puede encargarse de su esposo o esposa. Puede encargarse de sus hijos, El puede encargarse de la situación más amedrentadora, porque en la mano del Señor cualquier corazón es como agua. Ester tiene esta confianza. Obsérvela. No muestra una actitud servil ni cobarde: se mantiene firme. Ester se paró frente a la sola del trono y el rey vio a la reina Ester de pie. Ella no está temblando. Aunque está haciendo algo que nunca había hecho antes, está tranquila, confiando en el Señor. No tiene prisa, no es vengativa. ¿Sabe por qué? Porque ha estado esperando en el Señor....

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