martes, 5 de enero de 2010

UN HOMBRE INFLUYENTE - Su Esposo


Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra. Prov. 31: 23

En este punto de Proverbios 31, nos encontramos con un esposo que es reconocido como motivador para otros, un hombre que influencia a otros. El es afortunado. Ella le da bien todos los días de su vida. Ella le prepara la comida, administra la casa, cuida las finanzas, hace artesanías, todos están bien vestidos y prolijos. El no podría ser un hombre reconocido si ella no lo acompañara, si ella no lo apoyara, si ella no cuidara de él. Esa es tu tarea. Cuidar a tu esposo. Atenderlo.

En la época que fue escrito este versículo, las puertas de la ciudad era el lugar donde se tomaban las decisiones legales y gubernamentales. Se hacían deliberaciones. Se acordaban los asuntos políticos. Se leían las proclamaciones y edictos oficiales. Se tramitaban los asuntos del bienestar público. Se decidían las cuestiones legales. En este lugar tan especial, se lo conoce a ese hombre, al esposo de la mujer de Prov. 31.

Detrás de un gran hombre....
Es importante que entiendas la contribución que puedes brindar a tu esposo mientras él se dedica a su tarea, sea cual fuere, tal vez es un vendedor, o un maestro, o un profesor, o un profesional... no importa la tarea, sea cual sea, tu tarea es apoyarlo.
Tú eres ...la gran mujer... detrás de un gran hombre. Ella hace posible que él se siente en las puertas de la ciudad.

¿Qué hacer?

Aprécialo. Todo ser humano necesita palabras sinceras, y tu esposo no es diferente a otro. Díselo hoy, ahora. No esperes que sea demasiado tarde para recordar que nunca le dijiste cuánto lo apreciabas.

Anímalo. Tu esposo necesita estímulo. La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable, lo alegra. Abre tu boca y pronuncia palabras de sabiduría y generosidad.

Cuida tu matrimonio. Tú estás llamada a orar y respetar a tu esposo. Esto quiere decir que debes prestarle atención, considerarlo, honrarlo, preferirlo, venerarlo y estimarlo.

Ocúpate de tu hogar. Asegúrate que todo funciona en tu casa. Busca la gracia de Dios para que te ayude a manejar los problemas diarios e incluso los desafíos inesperados de la vida.

Cuida las finanzas. No hagas gastos innecesarios. Gánate la confianza de tu esposo para que él pueda descansar en tus compras, en tu administración, en tus gastos.

Apoya sus sueños. Sueña con tu esposo sus planes. Comparte con él las expectativas y el entusiasmo. Eso te ayudará a permanecer firme en momentos de dificultad y de prueba.

Entiende que tu conducta se refleja en él. Tu esposo será mejor reconocido cuando te conozcan a tí y la gente entienda que tú eres parte de sus planes, de sus proyectos, que son una sola carne.

CONCLUSION

Tú y tu esposo no son dos entidades separadas que van tras dos causas separadas en dos direcciones diferentes. NO. Están juntos como una unidad, enfrentando juntos y administrando juntos todas las facetas y desafíos de la vida, todas las causas e inquietudes, todas las oportunidades sueños.

Ora y pide a Dios que te ayude a apoyar a tu esposo de manera que lo fortalezca y juntos glorifiquen a Dios.

Toma el compromiso de Prov. 31: 12 de ser fuente de bien para tu esposo todos los días de tu vida. EMPIEZA HOY. TU PUEDES. SOLO TIENES QUE DECIDIRTE.

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