martes, 27 de enero de 2009

10. LOS LIMITES DE LA VENGANZA / Ester 9 / Primera Parte


La tentación de ir demasiado lejos: Todos nos hemos enojado y perdido el control, para después lamentarlo. Todos hemos permitido que nuestras actividades sean tantas que, al ver todo lo que ocupó nuestro tiempo durante la semana, tenemos que reconocer, si somos honestos, que no nos hemos detenido a orar ni siquiera una vez. ¿Quién no ha peleado una y otra vez la vieja batalla contra la lujuria, la codicia, el materialismo, la ira o la envidia? Todos hemos hablado demás, y con más frecuencia de lo que debíamos y aunque hemos pedido disculpas seguimos haciéndolo una y otra vez. Hay quienes van demasiado lejos en su deseo de mantenerse en buena forma física, demasiado lejos, con demasiada frecuencia y con demasiada exageración. Algunos van demasiado lejos en sus gastos, pierden el control y se endeudan. Algunos van demasiado lejos en el perfeccionismo, demasiado lejos en el trabajo, al punto que hemos acuñado la palabra “trabajoadicto, o adictos al trabajo”. La lista de pecados conocidos es prácticamente interminable. Este síndrome aparece descrito muy bien en la Biblia.

Romanos 7: 19 – Porque no hago el bien que quiero, sino al contrario, el mal que no quiero, eso practico.

Nuestra mente hace grandes promesas que nuestro cuerpo no cumple. El problema consiste sencillamente en la falta de control.
La clave para controlarse: Hay un secreto para controlarse, se encuentra en Gálatas 5. Es un proyecto de por vida mencionado en dos palabras que aparecen al final de la lista del fruto del Espíritu.

Gálatas 5: 22-23 – Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley.

Dominio propio es la clave.
Dominio propio es el manejo de nuestras actitudes, sentimientos y acciones para que sirvan a nuestros mejores intereses a largo plazo, y también a los intereses de los demás. El dominio propio es el que ejercen las personas que han aprendido disciplina y los usos sociales, y se incrementan en los que aceptan la gracia de Dios en sus vidas y que buscan conocer y aplicar la verdad divina de una manera disciplinada. El mejor sinónimo de dominio propio es “disciplina”. Dominio propio significa “fortaleza interior”.
Es la capacidad de decir SI al bien y NO al mal. Habla de alguien que tiene poder de dominio sobre sus deseos, particularmente sobre sus apetitos de la carne. Una de las manifestaciones del fruto del Espíritu es el dominio propio. El dominio propio es lo que nos libra de la esclavitud. El dominio propio le pone fin a los malos hábitos. Nos frena. Nos detiene. Cuando se trata de tomar el desquite el dominio propio nos contiene. La venganza: “satisfacción que se toma del agravio o daño recibido”, o “pagar con la misma moneda”.

LOS JUDIOS QUE FUERON LIBERADOS DE PERSIA: Para que haya el refrenamiento de la venganza, hay que aplicar la virtud del dominio propio. Se les permitió a los judíos la defensa propia y que le pusieran freno al mal… pero al hacerlo debían aplicar mucho dominio propio. El escritor se refiere dos veces a ganar poder sobre ellos, enfatizando así un cambio en cuanto a quienes tenían la sartén por el mango. Fueron los judíos los que ganaron poder sobre quienes habrían querido destruirlos. Tenían la libertad de tomar el botín de los que mataron, de los que los habrían matado a ellos, pero no lo hicieron. Se defendieron, pero no fueron más allá de eso. Creo que es digno de mencionarse lo mucho que este hombre confía en su esposa Ester y en el respeto que le merece su consejo. El sigue siendo el rey, pero es obvio que la opinión de ella le importa mucho. La fortaleza interior de Ester se había puesto en evidencia y de una forma maravillosa en las horas anteriores, por la manera como manejó su preocupación en cuanto al inicuo plan de Aman, por la manera como expresó su compasión por su pueblo y la sabiduría mostrada en el tiempo que escogió para permanecer callada y también en el que escogió para hablar. Asuero sabía que era una mujer de mucho carácter. Cuando esto es así, “confía en ella el corazón de su marido”, Prov. 31: 11. Una vez más, Ester revela gran fortaleza en su respuesta. Pero no piense ni por un momento que ella era blanda.

Ester 9: 13-14 – La reina pidió un día más para que los judíos pudieran defenderse. También pidió que los diez hijos de Amán, que ya habían sido muertos, fueran empalados en la horca que su padre había construido. ¿Qué buscaba con ello, puesto que ya estaban muertos? Era la manera de decir públicamente: ¡Lo que representaron estos hombres y su padre nunca más volverá a permitirse. La pena capital comunica elocuentemente un mensaje necesario. Los judíos se defendieron una vez más pero no lo hicieron si contenerse. “Pero no echaron mano a sus despojos”. Los judíos tenían la libertad de devolver golpe por golpe sin restricciones, como forma de venganza. Pero es evidente que aplicaron el dominio propio. Por supuesto que se defendieron de sus enemigos, de los que habían intentado exterminar su raza, pero resistieron la tentación de ir demasiado lejos. Se les había autorizado a sacar ventajas materiales de las derrotas de sus enemigos, pero se negaron a hacerlo. Se contuvieron de hacerlo. Los judíos no solo ganaron poder sobre sus enemigos, sino que también ganaron poder sobre sí mismos.

viernes, 9 de enero de 2009

9. Y LOS MUROS CAYERON / Ester 8

Amán planeó la destrucción de los judíos de la antigua Persia, pero gracias a Dios, hay una fuerza que es aún más poderosa y que se levanta contra tal iniquidad: la justicia divina, que se opone, le pone freno y bloquea los planes perversos diseñados por los inicuos. El bien prevalece siempre al final sobre el mal. Prevaleció en el tiempo de Ester y prevalecerá también en el nuestro. Pero hay a menudo largos períodos en el que la luz de la esperanza se vuelve muy débil, en que somos tentados a poner en duda ese hecho. Se puede construir muros de maldad, tan altos y tan anchos que nos preguntamos si permanecerán para siempre. Pero es aquí donde la historia nos ayuda. Al echar una mirada hacia atrás, redescubrimos la esperanza, porque tenemos evidencia escrita de que ningún muro, no importa lo impresionante que pudo haber sido en su tiempo, sigue hoy en pie.

LOS MUROS QUE CAYERON EN EL TIEMPO DE ESTER: El muro de un corazón humano contumaz colapsa. Asuero es un hombre poderoso, pero ningún corazón es tan duro que Dios no pueda penetrarlo y ninguna voluntad es tan obstinada que él no pueda dominarla cuando lo desea.

Proverbios 21: 1-2 – Como una corriente de agua es el corazón del rey en la mano de Jehová, quien lo conduce a todo lo que quiere. Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, pero Jehová es el que examina los corazones.

El corazón del rey es como pasta blanda, como nasilla muy suave, como plastilina en las manos del Señor. No hay corazón tan duro que no pueda ser frágil en las manos del Señor. Ahora bien, es fundamental que en medio de esto recuerde que no hay ningún muro fuerte que sea más fuerte que el Dios Todopoderoso. No hay ninguna voluntad tan dura que él no sea capaz de ablandar. Si Dios puede cambiar el corazón de un Asuero, también puede cambiar cualquier corazón. SI, EL DE CUALQUIERA.

UN EDICTO IRREVOCABLE: El proveyó una manera mediante la cual la ley podía quedar sin efecto, o por lo menos ser neutralizada. Los judíos debían protegerse a sí mismos. En realidad podían hacer más que eso. Los derechos dados a todo judío estaba garantizado por el mismo hombre que antes había prácticamente sellado su exterminio. Es posible que usted no solo tenga a alguien que lo esté persiguiendo. Es posible que haga contra usted algo que ha sido escrito y que parece irrevocable: un artículo en una revista o diario, la copia de un documento, algún informe profesional, una demanda judicial, lo que sea. Porque está escrito, se ve tan intimidante, tan inalterable, tan legal… y usted está leyendo estas palabras pensando: Si, si usted supiera quién está detrás de todo esto… ese es precisamente todo mi punto ¿Quién es cualquiera comparado con el Señor mismo? A mí no me importa quién esté detrás de ese documento. Nosotros servimos a un Dios soberano, al que nada en este mundo le sorprende, ni le asusta ni le asombra. ¡El es quién manda! Vivimos “al abrigo del Altísimo”, moramos “bajo la sombra del Omnipotente”, Salmo 91: 1. ¡NADA ES DEMASIADO DIFICIL PARA EL!
Daniel 4: 35 – Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada. El hace según su voluntad con el ejército del cielo y con los habitantes de la tierral. No hay quien detenga su mano ni quien le diga ¿qué haces?

El es el Dios a quién usted y yo servimos. El es el Señor que adoramos. El es aquel que es nuestro refugio y fortaleza. Cuando Dios interviene para enderezar las cosas los resultados son maravillosos. No solo se doblará delante de él finalmente toda rodilla, sino que toda mentira será puesta al descubierto y toda falsedad destruida para siempre.
No tema, por tanto, lo que sus enemigos puedan escribir de usted o contra usted. Eso no será eterno. Algún día se abrirán los libros finales y el único registro correcto será leído. ¡Allí sí que habrá sorpresas!

UNA OSCURIDAD IMPENETRABLE: La oscuridad había desaparecido. No era tan impenetrable después de todo. Sólo lo parecía. La historia de Ester no es un trazo de historia sin importancia oculto entre los pliegues de un manuscrito antiguo. Estos principios siguen vigentes hoy. Aquí hay vida tan relevante hoy, como cuando fue escrito por primera vez el relato. Este fue escrito para personas que tienen que enfrentare a personas contumaces y amedrentadoras. Quizá viven con ellas, están casados con ellos o tienen hijos ya grandes que son así. Fue escrito para personas que han sido heridas profundamente por documentos o demandas, por informes negativos o por rumores…. ¡HAY ESPERANZA!

MUROS QUE CAEN EN UN DIA CUALQUIERA: Todos los días caen muros. Pero no podemos predecir cuándo caerán los suyos. Dios se ocupa de derribar muros. El muro puede ser su propia voluntad rebelde. Es posible que usted sea una de esas personas que ha dicho resueltamente: “Esto es lo que haré, y lo haré, pase lo que pase. Nadie se me va a atravesar en el camino”. Cuando Dios quiere hacer una tarea imposible, toma a una persona imposible y la quebranta. Dudo que Dios pueda bendecir mucho a un hombre antes de quebrantarlo profundamente. Su voluntad rebelde no puede intimidarlo a él. Aunque a usted le resulte doloroso, él lo pondrá de rodillas. Usted no es rival de Dios. El lo quebrantará. El lo humillará. Es posible que hasta tenga que destrozarlo, porque él quiere adueñarse de su corazón. El muro puede ser un documento perjudicial. Esos uros caen todos los días. Es maravilloso como aflora la verdad. Eso que parecía tan inalterable de repente da paso a la luz de la verdad. El problema es que el período de espera es algo espantoso para la persona cuya vida pende de un hilo. Pero tenga confianza, anímese. Eso pasará y la verdad se sabrá. Todos los días caen muros de depresión y abatimiento por la maravillosa presencia del Dios vivo.
Salmo 30: 5 – Por la noche dura el llanto, pero al amanecer vendrá la alegría.
Las personas que sufren logran una perspectiva de la vida que no tienen las que no han padecido. Acudamos a las palabras de David:

Salmo 119: 67, 71,75 – Antes que fuera humillado, yo erraba, pero ahora guardo tu palabra. Bueno me es haber sido afligido, para que aprendiera tus leyes. Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos y que conforme a tu fidelidad me has afligido.

¿Cómo puedo hacer que esto funcione en mí? ¿Cómo puedo lograr que esto suceda? ¿Lo necesito? Permítame responderle específicamente: lo que usted necesita es tanto la presencia del Salvador como la presencia de la cruz, viva y actuante en su vida. La cruz de Cristo echa su sombra sobre todos los aspectos de la vida, haciéndola soportable. Usted necesita que el Señor y Dios viva en su vida, actuando con control absoluto. Lo necesita en su vida para darle perspectiva y aguante, o lo consumirá la ansiedad y su enemigo lo vencerá. Una voluntad rebelde le robará la paz. Un documento perjudicial lo destruirá. Y el desaliento que vendrá después lo deprimirá. La historia de Ester puede ser antigua, pero sigue vigente, ¿no le parece? ¡De qué manera tan hermosa interviene el Señor para arreglar las cosas justo cuando más lo necesitaban! El nunca se atrasa, pero sí parece demorar su participación más tiempo del que nosotros quisiéramos. Cuando los viejos muros de resistencia, temor y desaliento caen, ¿qué cosa mejor que celebrar? La alegría de sus corazones, la felicidad que había en sus rostros, el gozo con que danzaban, y el regocijo general y espontáneo que había entre ellos atrajo a otros al Señor. Siempre será así. ¡La gente no puede permanecer indiferente ante el gozo abierto del pueblo de Dios!
Así pues… la escena había cambiado totalmente mientras Ester regresaba a su habitación en el palacio esa noche. Había hecho lo que debía hacerse. No le había hecho caso al protocolo e interrumpió al rey. Había esperando el mejor momento para decir lo que tenía que decir. Se levantó valientemente contra la iniquidad y denunció con valentía el cruel plan de Aman. Luego le suplicó al Rey por su pueblo, al cual, Dios preservó gracias al nuevo edicto del rey. Ella hizo lo correcto, y al acostarse esa noche, exhausta, podía oir la música y la risa de los judíos en las calles de Susa. Y le dio gracias a Dios por haber echado abajo esos muros que nadie, sino El, pudo haber derribado, por haber abierto las puertas que nadie sino El, pudo haber abierto, y por preservar las vidas que nadie, sino él, pudo haber preservado. AMEN.

viernes, 2 de enero de 2009

La sorprendente soberanía de Dios - Segunda Parte - Ester 7


¿Cuál es tu petición?, le pregunta el Rey a Ester, ¿qué es lo que solicitas? Ya le había hecho esta pregunta un par de veces antes: cuando ella fue la primera vez y el rey le extendió el cetro y después en el primer banquete. Pero Ester nunca se lo dijo, no era el momento oportuno. Ella tenía un oído sensible y un corazón sabio, sentía que aún faltaba algo. Por eso no presionó. Sabía cuando actuar, y también cuando esperar. ¿Tiene usted esa misma sensibilidad? ¿Sabe cuándo escuchar? ¿Sabe cuando hablar y cuando callar? ¿Sabe cuánto decir y también cuándo decirlo? ¿Tiene la sabiduría de saber contenerse hasta que llegue el momento adecuado? Estas cosas hacen la diferencia. ¿Está usted suficientemente en sintonía con Dios como para captar sus señales sutiles?

Hasta ese momento ni siquiera le había dicho al Rey que ella era judía. Pero había llegado el momento de romper el silencio. El silencio estuvo bien una vez, pero ya no. Una vez que el Rey Asuero abre la puerta por tercera vez, Ester se llena de valentía para expresar su petición:


Ester 7: 3-4-5: “Oh rey, si he hallado gracia ante tus ojos, y si al rey le parece bien, que me sea concedida mi vida por mi petición y mi pueblo por mi solicitud. Porque yo y mi pueblo hemos sido vendidos para ser destruidos, muertos y exterminados. Si hubiéramos sido vendidos para ser esclavos y esclavas, yo habría callado, pues tal desgracia no justificaría la molestia del rey…” “…El Rey Asuero preguntó a la reina Ester: ¿Quién es ése, y dónde está el que ha concebido hacer tal cosa?

De pronto las cosas habían cambiado. No se le ocurra jamás convencerme de que hay situaciones en esta vida que son absolutamente inalterables. Dios puede moverse en el corazón de un rey. Puede derribar lo que fue una vez la impenetrable Cortina de Hierro. Ninguna barrera es demasiada alta, ningún abismo demasiado grande para él, porque no está limitado por el espacio o el tiempo, por lo invisible o lo visible. Recuerde que él vive en una esfera que trasciende todo eso. El es Todopoderoso. Cuando Dios está listo para moverse, se mueve. Y cuando lo haga ¡agárrese bien fuerte!, porque usted va a emprender el gran viaje de su vida. Al darse cuente de que su momento había llegado, Ester no tartamudea ni vacila: Ester 7: 6 “El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces Amán se llenó de terror en la presencia del rey y la reina”.

Así, pues, Ester, revestida de dignidad y fortaleza, responde con la misma clase de valor que ha mostrado desde su decisión de arriesgarlo todo. Amán está verdaderamente aterrorizado y con toda razón. Amán no tenía ningún derecho a salirse con la suya. Tenía que ser castigado. Y eso es precisamente lo que hace el rey. Lo colgaron en la horca que él preparó para Mardoqueo. A esto es lo que nosotros llamamos una ironía. Los teólogos lo llaman soberanía. Yo lo llamo la sorprendente soberanía de Dios.

Hallo un gran consuelo de Dios en saber a fin de cuentas, que Dios es Dios, y que él hará su voluntad cuando le plazca y para su gloria. Dios sigue siendo digno de confianza. Lo importante es que usted y yo sigamos siendo sensibles a esos momentos en que el rompe el silencio (que tenemos la tentación de llamar ausencia) e interviene de pronto a favor nuestro.

La luz es muchas veces difusa y Dios se muestra callado. ¿Cómo podemos ser sensibles a sus intervenciones? ¿Qué hacer cuando como Job, estamos luchando en medio de la niebla con el silencio de Dios, cuando estamos convencidos de que su silencio significa ausencia? Tenga por seguro, por favor, que él no está ausente. Es posible que esté callado, pero no está ausente.

La niebla que hay en su lago no es accidental ni fatal. Por lo tanto, cuando esté nadando escuche con mucho cuidado y paciencia la voz de Dios. Lo animo a escuchar con gran sensibilidad porque su mensaje le llegará de diversas maneras. Dios le dio a usted una mente. Dios le dio una sensibilidad que no la tiene nadie más, todo esto forma parte e su sistema espiritual y el sistema de cada persona está sintonizado de manera diferente. Dios desea revelarle a usted su voluntad y enseñarle mientras espera. Por eso, cuando espere, no se ponga a buscar cosas fantasmales.

Los cristianos andamos por fe, no por vista (2 Corintios 5: 7). Escudriñe su palabra. Póngase de rodillas. Acepte los consejos de los creyentes maduros y equilibrados, que tienen solidez bíblica en su teología y en su vida personal. Espere, hay algo más. No trate de buscar dirección en las estrellas y mientras espera, aléjese de quienes le digan que pueden hacerlo. Sin embargo, si hay cosas tangibles con las que sí se puede conectar pasajes de las Escrituras que dan consuelo y discernimiento, mensajes que iluminan la mente y el espíritu, y que alientan, ciertas personas a las que usted respeta. Sáquele provecho a estos recursos y espere y escuche con un oído sensible. Al igual que Ester, no se apresure cuando tenga que tomar grandes decisiones. ¿Y me permite que sea bien directa? ¡No hable tanto! Los creyentes que están madurando no sólo respectan el silencio de Dios, sino que también lo imitan.

La actuación de Dios no tiene nada que ver con nuestros relojes, tiene que ver con nuestras crisis. Mientras espera, vea más allá del presente. ¡Lo mejor que podemos hacer es orar! Haga de su vida una vida de oración. Cuéntele a Dios, con angustia si es necesario el horror de la espera. Exprésele su pánico. Dígale que está atrapado. Usted no sabe cuánto más podrá mantenerse a flote. En esos momentos, pídale que lo ayude a ver más allá del dolor del presente. A mí me ayuda la oración cuando no puedo entender plenamente el significado de algo con lo que estoy luchando, como cuando estoy enfrentando grandes decisiones o tratando con gente difícil. La oración me da una perspectiva tranquila de las cosas.

Las sorpresas que están reservadas no son. Esto es algo que puedo ver después al echar una mirada retrospectiva. Piense en la cruz. Los funcionarios romanos aplaudieron. Los líderes judíos se regocijaron. Pero tres días después él irónicas ni fortuitas, sino que han sido ideadas soberanamente por Dios. Mientras espera lo que vendrá, confíe en que él hará justicia. Es posible que usted no vivirá para ver esa justicia, pero se hará. Es un Dios justo, usted sabe que es así. Por tanto, confíe en él en esto. He encontrado mientras me hallo en medio de la niebla, que mi gran tentación es, o bien dudar o bien negar que él está actuando.

Pero, las más de las veces, cuando algo parece que ha llegado a su fin absoluto, se trata realmente del comienzo, estaba VIVO otra vez. Lo que parecía ser el fin era solamente el comienzo. ¿Cuándo aprenderemos por fin? En el momento preciso Dios hará su mayor impacto, cesa su silencio y actúa soberanamente.

Y cuando lo hace... todo está lleno de sorpresas.