miércoles, 29 de octubre de 2008

Ester - Dignidad y fortaleza a la vista de todos

Ningún hombre que haya tenido una madre piadosa debe considerarse pobre.

Eva, Ana, Abigail, Débora, Rut… a lo largo de las Escrituras estas mujeres siguen emergiendo, la mayoría de ellas del anonimato, solo para desaparecer de nuevo en otra clase de anonimato. Pero cada una de ellas jugó un papel importante en el plan de Dios y ha dejado su huella en el mundo. Estas forman parte de la minoría.

SEIS CARACTERISTICAS DE DIGNIDAD Y FORTALEZA

1. Ester exhibió un encanto y elegancia llenos de gracia.
2. Ester demostró una reserva y control poco común.
3. Ester tenía un espíritu siempre dócil.
4. Ester demostró una sencilla modestia y autenticidad. Sabía que la mano de Dios estaba con ella.
5. Ester fue ejemplo de una gracia amable a pesar del ambiente.
6. Ester demostró un humilde respeto por la autoridad.

CONSEJOS PRACTICOS PARA LAS ESTER DE HOY

Tenemos nuestras propias presiones, dificultades, circunstancias especiales pero Dios ofrece las maneras de manejarlas y de convertirse en su persona especial.

En Primer lugar: Pedirle a DIOS. Entréguese a su poder y corrección. Busque su dirección en las cosas que le faltan. Permitir que El me ayude a fijarme metas razonables. Pedirle a Dios autenticidad, para poner más énfasis en lo que está sucediendo en lo más prfundo de mi corazón y menos énfasis en lo externo, lo superficial o frívolo.

En Segundo lugar: Confiar en DIOS. Confiar en que El controlará las circunstancias que están a su alrededor. Dios le dio gracia ante los ojos de los demás. Pídale a Dios. Confíe en Dios.

Dios le ha dado a las mujeres por lo menos cuatro cualidades que impactan nuestras vidas:

1. Dios ha dado a las mujeres una intuición especial
2. Dios le ha dado a las mujeres una resistencia al dolor.
3. Dios ha dado a las mujeres sensibilidad especial.
4. Dios ha dado a las mujeres la cualidad de la vulnerabilidad.

La mujer agraciada obtendrá honra . Proverbios 11: 16ª
La mujer virtuosa es corona de su marido. Proverbios 12: 4ª

Fortaleza y Dignidad, no son solo las cualidades de Ester, pueden ser suyas en el día de hoy. PIDA a Dios y CONFIE.

viernes, 24 de octubre de 2008

2 - Con ustedes... la Señorita Persia


Prepárate para el servicio a Dios, sé fiel. El te dará algo que hacer… en el lugar más insólito, en la choza de un pastor, o en la cabaña de un artesano.
Dios tiene sus instrumentos preparados y designados. Hasta ahora la flecha está escondida en su aljaba, bajo la sombra de su mano, pero en el momento preciso, cuando produzca el mayor efecto, ella será sacada y lanzada al aire. ¿Recuerda lo que dijimos al comienzo? Dios no solo se mueve de maneras misteriosa, sino que también lo hace en medio de lo más mundano.
Es posible que no parezca así, pero su mano no está fuera de éste escenario, (ni de ningún otro).


Esto es lo maravilloso de la soberanía de Dios. Actuando entre bastidores, el se mueve provocando y reorganizando los acontecimientos, y cambiando las mentes hasta que logra sacar aún del más carnal y secular de los ambientes, una decisión que ubicará su plan perfecto en su lugar.


Dios siempre está activo. Pero su modo de actuar es muy diferente al nuestro, nosotros sacamos precipitadamente una conclusión, o bien reaccionamos imprudentemente, o quedamos paralizados por el pánico.


Isaías 55: 8-11 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos. Porque como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven allá sino después de haber saciado la tierra y de haberla hecho germinar, producir y dar semilla al que siembra y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo cual la envié.


Proverbios 21: 1 Como una corriente de agua es el corazón del rey en la mano de Jehová, quién lo conduce a todo lo que quiere.


Dios puede llevar los corazones de los gobernantes de este mundo a donde él quiera y cuándo él quiera. Y, por si lo ha olvidado él no tiene prisa. Tenemos la tendencia a pensar que si Dios está realmente interesado en nosotros cambiará las cosas dentro de los próximos sesenta minutos, más o menos. Pero Dios no es un esclavo del reloj humano. Al ser comparado con la forma como actúa la humanidad, Dios es muy pausado y sumamente lento. “Los molinos de Dios muelen lento, pero muelen muy fino” este es el gran panorama que tenemos que ver si queremos liberarnos de nuestras ansiedades. Dios está actuando. Si él es capaz de conducir los corazones de los reyes como pequeños canales de agua “a todo o que quiere” es entonces capaz de rehacer y canalizar las vidas que consideramos inalcanzables, autosuficientes y demasiado alejadas para hacerlas volver.

Dios sigue actuando en tiempos sin novedad.


Hay tres lecciones:


1. Los planes de Dios no pueden ser estorbados por los acontecimientos carnales o seculares de este mundo. El no se limita a actuar dentro de la familia cristiana. Tener dudas en cuanto a esto, es poner límites a su control soberano. Dios está en acción. Se está moviendo. Está tocando las vidas. Está formando reinas. Jamás le sorprenda lo que la humanidad puede hacer. Sólo porque las acciones y los motivos sean seculares, o carnales, o injustos, eso no significa que él no esté presente. Es posible que los involucrados no lo glorifiquen pero nunca dude de su presencia. El está en acción.


2. Los propósitos de Dios no pueden ser frustrados por los fracasos morales. Los propósitos de Dios no se vieron frustrados. Ni tampoco los que tiene en la relación con su vida. ¿Por qué lo sé? Porque él es un Dios que aplica la gracia a la perspectiva amplia de la vida. El pecado lo entristece y esto produce consecuencias serias, pero ninguna cantidad de pecado podrá frustrar sus propósitos soberanos. Porque él es un Dios de gracia abundante.


3. El pueblo de Dios no está excluido de las altas posiciones por los obstáculos o las dificultades. Ester era una judía exiliada en un país extranjero. Era huérfana. Estaba a años luz de distancia de la nobleza persa. Pero nada de eso evitó que Dios la exaltara a la posición donde él quería que estuviera. José y María, los instrumentos utilizados para el nacimiento del Mesías, no tenían riquezas ni nobleza, por lo menos no desde esta perspectiva terrenal. Pero su hijo se convirtió en el verdadero Rey de Reyes y Señor de Señores.


La mano de Dios no es tan corta que no pueda salvar, ni su oído tan pesado que no pueda escuchar. Ya sea que lo vea o no, él está en actividad en su vida en este momento. Dios se especializa en convertir lo rutinario en significativo. Dios no solo se mueve de manera extraña, sino que también se mueve en días que no ofrecen ninguna novedad. El está tan involucrado en los acontecimientos rutinarios como lo está en los milagrosos. El es un Dios soberano que está en actividad en medio del vasto escenario de naciones e imperios de nuestro mundo Y nosotros, aún en medio de los días de rutina, debemos mantenernos puros y consagrados a las cosas de Dios y a su obra en nuestras vidas, al mismo tiempo que seguimos siendo sensibles a su mano que se mueve en lugares carnales, seculares y aún de borracheras.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Especial para las madres... RECUERDOS..

Hacemos un alto en Ester... para recordar que el próximo domingo 19 de Octubre, es el Día de la Madre en Argentina, y no queremos olvidarnos de ellas.

Como nunca, hoy tengo ganas de vivir, tengo ganas de cambiar el mundo, ganas de crear otro mundo, ganas de ayudar, ganas de sobresalir en lo bueno, ganas de rechazar lo malo, la corrupción, la hipocresía y orientar a los niños, a los jóvenes, a los adultos, a la tercera edad, que TODO se puede, nunca es tarde, solamente hay que empezar y aquí está el problema, ¿Dónde empezar? ¿Cómo empezar? ¿Con qué dinero?

Pero en algo hay que “arrancar”, así sea muy poco, o muy pobre, pero en algo, no importa si es pequeño o ante las personas es insignificante, pero en algo, con algo hay que empezar. Y esto en primer lugar es para mí, tengo que empezar a organizarme cada día, a ponerme metas semanales de aquellas cosas que siempre quise hacer y nunca hice, o tal vez de conseguir una entrada de dinero para mí, para ayudar a mis hijos en sus vidas, con sus cosas, con sus sueños y proyectos, para arreglarme yo, para no andar como pordiosera, para andar arreglada, pintada, bien vestida, dando buena impresión, no creyendo que pierdo el tiempo al tratarse de mí, sino entendiendo que el atenderme a mí, el cuidarme a mí misma, traerá resultados positivos. La vida se pasa, cada minuto que se pasa no se puede volver a recuperar, no perder la vida, tampoco agotarla, darle el tiempo a todo.

En el deseo de rendir más, no agotar esta vida que Dios me dio, no vencerla con el cansancio o con la amargura, sino disfrutarla, traer a la memoria cada lindo recuero, cada momento lindo, agradable y volverlos a disfrutar. Desechar la información innecesaria en la mente, aquella que me amarga, que me enoja, que no aporta nada y refrescar aquella que suma a mi favor, que me gratifica, que me conforta… tal vez el recuerdo de mamá, de su compañía, de su cuidado, de su amor, de cuando era muy pequeña, mis primeros recuerdos acostada a sus pies, porque éramos muy pobres y no había cama para mí. De su desayuno, del huevo revuelto, de los té de yuyos horribles, de las 6 de la tarde, la hora de Lassie, del patio de la casa llena de rosas y de higos, de la escalera que subía a la terraza, que era como un fantasma, siempre, siempre me caía. Del galponcito lleno de revistas y en especial una de ellas con un hermoso vestido de novia, lo miraba y soñaba con el, aún sin saber y no entender para qué se usaba. De mis deseos de querer volar y saltar, y saltar y saltar 100 veces por día de un escalón de 10 cm de alto. “Si puedo mantener este salto, podré volar”, pensaba yo. Pero no resultó.
Recuerdo todas estas cosas y una sonrisa alegre mi rostro. ¡Qué feliz que era! Lo tenía todo, papá que trabajaba y me quería un montón, mamá que estaba todo el día conmigo en la casa, me hacía la ropa de ropas o telas que le daban. Siempre limpia, siempre arreglada, siempre planchada. Me hacía la comida, la infaltable sopa y el infaltable puchero, aunque también recuerdo las papas rellenas, mas o menos los guisos, mejor las milanesas y mi plato preferido: pollo, ¿cómo olvidarlo? ¡Riquísimo!, con papas al horno. Y para ocasiones especiales, los fatay, los pasteles, la torta de panqueques, la chocolatada de la tarde, las tostadas… todavía me acuerdo del sarampión, no sé por qué, pero dormía en una camita en la cocina, ah, si… ya recuerdo, porque era calentita y allí estaba todo el día con mi mamá, con una botella metálica con agua caliente, que siempre se me abría y se me volcaba en la cama.
No tenía problemas, era feliz, todo era hermoso, el helado del domingo… era desesperación que tenía, un único vaso de gaseosa por día, saboreaba trago por trago, cucharita por cucharita, un paquete de pastillas de eucalipto por mes, el día que papá cobrara, y luego un famoso chocolate con miniaturas dentro, que me compraban cada 3 meses. Mientras mis amigos tenían colecciones de esas miniaturas, yo tenía unas pocas, pero estafa feliz, recontenta con lo que tenía. No deseaba nada del otro, porque lo tenía todo.

Mamá supo hacer de mi niñez, una niñez feliz, llena de amor, de esperanza, de positivismo, siempre mirando para adelante.

¡Gracias mamá! ¡Gracias por todo!

“Muchas mujeres hicieron el bien, más tú sobrepasas a todas”. Proverbios 31: 10

Esa mujer eres tú, mi querida mamá. (SJM)


martes, 14 de octubre de 2008

1 - LA PROVIDENCIA INVISIBLE DE DIOS

La presencia de Dios no es tan misteriosa como su ausencia. Su voz no es tan elocuente como su silencio. ¿Quién de nosotros no ha anhelado una palabra de Dios, buscado un destello de su poder, o ansiado la seguridad de su presencia, sólo para sentir que él parece ausente del momento? Distante. Quizá hasta indiferente. Pero después nos damos cuenta de cuán presente estuvo todo el tiempo.
Aunque Dios puede a veces parecer distante, y aunque es invisible para nosotros, él es siempre invencible. Esta es la principal lección del libro de Ester. Auque su nombre está ausente de las páginas de este libro singular de la historia judía, Dios está presente en cada escena y en la evolución de todos los acontecimientos, hasta que finalmente lleva todo a un clímax maravilloso al demostrar que es el Señor de su pueblo Israel.

COMO ADQUIRIR UNA COMPRENSION MAS PROFUNDA DE DIOS.

Antes de ahondar en la historia de Ester, pienso que debemos adquirir una comprensión más profunda de Dios, para tener una mejor valoración de un libro que nunca menciona su nombre. En este sentido, veamos primero lo que el apóstol Pablo escribió a los Romanos:

Oh la profundidad de las riquezas, y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos! Romanos 11: 33

No puedo evitar creer que la pluma de Pablo se afirmó bien sobre el pergamino al escribir estas palabras, llevando a un clímax este grandioso tratado doctrinal, este credo personal. Observe cuidadosamente lo que dice.

En primer lugar, DIOS TIENE UNA MENTE, la cual Pablo describe como “incomprensibles juicios”. Legar a la profundidad de la mente e Dios es un desafío para la mente humana, porque es “incomprensible”. Un erudito puede pasar años y años estudiado a otro ser humano: su vida, sus escritos, su obra, y al final tener una comprensión profunda de esa persona. Podemos sondear las profundidades de la mente de otra persona, pero jamás arañar siquiera la superficie de los incomprensibles juicios de Dios. “Mis pensamientos son más altos que vuestros pensamientos”, le dijo Dios a Isaías (55: 9).
Los teólogos han pasado toda una vida tratando de descubrir los atributos, las características y la mano de Dios en las Escrituras. Con todo, los que en verdad son verdaderamente honestos y humildes para confesar la verdad, llegarán al final de sus días en la tierra reconociendo que apenas han raspado la superficie. Por ser Dios, sus pensamientos están más allá de nuestra capacidad de comprenderlos plenamente. Su mente, más allá de nuestra capacidad de comprenderla absolutamente.
Pablo repite palabras que salieron primero de los labios de los cuestionadores de Job, y más tarde del profeta Isaías:

¿
Quién entendió la mente del Señor?
¿O quién llegó a ser su consejero?
Romanos 11: 34

¿Cuál es la respuesta?
¡Nadie!
¿Quién ha entendido la mente de Dios?
NADIE
¿Quién ha aconsejado jamás a Dios?
NADIE.
Sus juicios son incomprensibles.

Además de esto, DIOS TIENE UNA VOLUNTAD. Y no le quepa la menor duda de que sus caminos son “inescrutables”. Ningún ser humano puede predecir o sondear las profundidades de la voluntad de Dios. Por mas que lo intentemos no podremos desenmarañar el tapiz de su plan. No totalmente. No mientras estemos viviendo en este mundo.
Pero, maravilla de maravillas, Dios puede ser conocido profundamente por los corazones de los que han sido creados a su imagen.
Si vamos a Dios con la sola razón, nos hallaremos frustrados, alejados y sin poder comprender sus inescrutables caminos. Pero si nos acercamos con un corazón abierto y en fe, descubriremos que nos está esperando con brazos abiertos, listos para aceptarnos, para recibirnos y para llenarnos de su poder.
Cuando pienso en el poder de Dios, pienso por lo general en términos de un “control soberano”. Para mí, estas dos palabras me lo dicen todo. Dios tiene control soberano, no sólo de los acontecimientos del tiempo de Pablo, sino también de los sucesos del día de hoy. En medio de esas mismas circunstancias que a usted lo dejan perplejo, preguntándose qué podrá hacer, o cómo podrá seguir adelante, puede tener la seguridad de que el poder de Dios y su control soberano están ya en actividad. Dios jamás conoce la frustración. El nunca tiene que rascarse la cabeza, preguntándose qué hará ahora con gente como nosotros, o con las naciones de este mundo.
De este mismísimo poder habla con frases claras y hermosas uno de los más grandes profetas del Antiguo Testamento: Daniel. El lo sabía todo en cuanto a la incompresible voluntad y a la mete inescrutable de Dios. El rey durante los primeros años de la vida de Daniel fue Nabucodonosor, un monarca que creía tener el control del mundo. Ese mundo era Babilonia, un vasto imperio que se había apoderado no sólo de otros reinos de naciones poderosas, sino que también había conquistado al pueblo de Dios, los judíos. Gloriándose de su gran poder, de sus logros y de sus conquistas, el orgulloso Nabucodonosor se jactaba arrogantemente de su reino. Mientras caminaba, se puso a cavilar consigo mismo y dijo:

¿No es ésta la gran Babilonia, que o edifiqué como residencia real, con la fuerza de mi poder y para la gloria de mi majestad? Daniel 4: 30

¡Dios tomó entonces cartas en el asunto! Después de decirle al este hombre: “el reino ha sido quitado de ti”, hizo que el rey se volviera loco. Precisamente como el profeta Daniel había predicho, el rey sufrió una forma de demencia hasta el punto de que estuvo viviendo en el campo como un animal. Día tras día, semana tras semana, año tras año, caó sobre él el rocío de la mañana, la lluvia durante el día, y el frío viento lo cubría con sus brazos en las noches. Nabucodonosor estuvo loco hasta que Dios lo obligó a reconcer, tras haberlo humillado, que él no era el dios de su propia vida, que no era el soberano de este mundo. Finalmente, en un momento glorioso el otrora orgulloso rey reconoció esto, como nos dice Daniel:

Pero al cabo de lo días, yo, Nabucoonosor, alcé mis ojos al cielo, y me fue devuelta la razón. Entonces bendije al Altísimo, alabé y glorifiqué al que ive para siempre. Daniel 4: 34

¿A quién bendice, alaba y honra Nabucodonosor? ¡Al Dios inmortal, invisible y omnisciente! Al que, a pesar de ser invisible, es invencible, al que, por ser invencible, es soberano.

Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada. El hace según su voluntad (su inescrutable voluntad, guiada por su mente incomprensible, eso es poder irresistible) con el ejército del cielo y con los habitantes de la tierra. No hay quien detenga su mano ni quien le diga: “¿Qué haces”? Daniel 4: 35

¡Qué magnífico resumen del control soberano de Dios! Dios actúa en medio de los ejércitos del cielo. Actúa en la urdimbre y en el tejido, en el entretejido de nuestra vida diaria. El actúa en personas como usted y como yo, en todas las generaciones, de todos los años.
Vivimos nuestras vidas bajo la solícita, amorosa, misericordiosa – aunque soberana – mano de nuestro Dios. Y los movimientos del tiempo y de la historia se miden de acuerdo con su plan, exactamente como el lo ha ordenado.

Nunca dude de la presencia de Dios.
El está aquí con usted y con su peregrinaje personal. Con su mente incomprensible trabajando en concierto con su inescrutable voluntad, haciendo las cosas bajo su control soberano. Yo pienso en la presencia de Dios como “su invisible providencia”.
La providencia. Nosotros le damos vueltas a la palabra. ¿Pero la ha analizado alguna vez? Esta palabra viene del latín providentia. Pro significa “antes” o “con antelación”. Videntia se deriva de videre, “ver”, de la cual tenemos nuestra palabra “video”. Unalas y tendrá “ver con antelación”, que es lo que Dios Todopoderoso hace. El ve anticipadamente los acontecimientos de la ida, algo que nosotros, por supuesto, nunca podemos hacer. Somos excelentes en historia, nuestra visión hacia atrás es casi siempre perfecta. Pero somos pésimos en profecía, es decir, en los detalles del futuro. Deténgase y piense. No tenemos la más mínima idea de lo que sucederá dentro de un minuto, ninguna noción de lo que va a suceder después. Pero nuestro Dios invisible, en su providentia, está continua, constante y confiadamente en actividad.
¿Y sabe una cosa? El no saber nos saca de nuestras casillas, nos manda a extremos de felicidad y de tristeza. Dios nos bendice, y le damos las gracias. Nos prueba, y no queremos morir. Nos lamentamos, nos deprimimos, nos echamos a llorar, decimos que eso no puede ser. Pero en medio de todo esto, Dios nunca cambia. El sabe lo que quiere, y lo persigue con implacable determinación.
El no es voluble, ni caprichoso. El hará lo que quiere y no se verá frustrado. Y si usted, amigo, piensa que él ha encontrado un rival digno el usted, le aguarda una bonita sorpresa. Si es necesario, él lo convertirá a usted en nada para lograr su atención. Hasta podrá hacerlo papilla, si hace falta, como lo hizo con el rey Nabucodonosor. Porque Dios y nadie más que Dios es quien tiene la última palabra.
Ahora bien, usted pudiera estarse preguntando que diantres tiene que ver con Ester toda esta teología que he sacado de Romanos 11 y Daniel 4. Después de todo, Dios no es mencionado ni una sola vez en el libro de Ester. De hecho, es el único libro de los sesenta y seis libros de la Biblia en el que Dios no es mencionado. Tampoco se ofrece en él una oración al nombre de Dios. Nadie dice: “¡Dios está aquí!” Tampoco él escribe en ninguna parte del libro: “Yo soy Dios. Yo soy quien manda. Yo estoy llevando las cosas a buen término. Yo me he hecho cargo de esta mujer llamada Ester”. No. No. Nada de eso sucede. El es absolutamente invisible. Sin embargo, ¡está en actividad!
Me gusta la manera como lo dice Matthew Henry:
Sin embargo, aunque el nombre de Dios no aparece en él (Ester), el dedo de Dios está dirigiendo muchos incidentes muy pequeños para traer salvación a su pueblo.

Dios no se sienta para que le hagan un retrato en la narración de Ester, pero su mente, su voluntad, su poder y su presencia están en actividad en cada página del libro….